“Tenemos una gran tarea por delante. Este ministerio genera una gran diferencia si lo hace bien o mal, rápido o lento. Yo quiero hacer las cosas bien y rápido, y para eso les vamos a pedir su ayuda para seguir avanzando”, expresó la autoridad.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, participó en el seminario “Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas: Cómo vamos en materia de infraestructura”, organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) y la Universidad Central.
En el encuentro, realizado el jueves 11 de mayo, estuvo presente también el ministro de Hacienda, Mario Marcel; el presidente del directorio del CPI y ex Presidente de Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; el secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs; el director ejecutivo del CPI y ex ministro de Obras Públicas, Carlos Cruz; el presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (COPSA), Leonardo Daneri; y Guido Girardi, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Encuentros del Futuro.
En su ponencia, la ministra López destacó el rol del MOP en la construcción de obras para la conectividad y la integración del territorio, como la ruta 5 (Arica a Quellón), la ruta 7 (Puerto Montt a Villa O’Higgins) y la ruta 9 (hasta Fuerte Bulnes), las que cumplen un rol fundamental como vías estructurantes a lo largo del país. La secretaria de Estado resaltó también el aporte de los cruces transfronterizos y los corredores bioceánicos, que generan potencialidades de apertura para Chile, además de la red de aeropuertos, aeródromos y helipuertos, los que resultan vitales en situaciones de emergencia.
En materia de infraestructura para el desarrollo social, la titular del MOP relevó la importancia del Programa Buen Vecino, para incorporar la voz de las personas y los territorios en el diseño de proyectos de alto impacto, y los avances en infraestructura para la seguridad –expresada en la construcción de nuevas obras para instituciones como Carabineros de Chile, PDI y Aduanas-, así como también para la seguridad frente a desastres naturales, ya sea por efecto del cambio climático o por la composición de nuestra geografía.
La ministra mencionó también el gran desafío que nos plantea la crisis hídrica, ya que no existe una receta única para abordarla. “En Chile tenemos el desierto más árido del mundo arriba y estamos llenos de glaciares abajo, con una sequía que se ha extendido ya por 13 años. Nuestra geografía nos obliga a pensar en soluciones a nivel de cuencas, porque no es comparable la realidad del Loa con la del Biobío, la del Aconcagua o la del Valle de Lluta”, enfatizó la autoridad. En esta línea, la ministra acotó que es necesario analizar la incorporación de desaladoras, embalses y el reúso de aguas residuales, pero considerando la disponibilidad hídrica, el impacto ambiental de las obras y los costos asociados.
“Tenemos una gran tarea por delante. Este ministerio genera una gran diferencia si lo hace bien o mal, rápido o lento. Yo quiero hacer las cosas bien y rápido, y para eso les vamos a pedir su ayuda para seguir avanzando”, expresó la autoridad.